martes, 11 de marzo de 2008

Al Atardecer

Esta devoción puede usarse antes o después de la cena.
En lugar de esta devoción puede usarse el Orden de Adoración para el anochecer, en la página 73

Luz alegrante,
claridad pura del sempiterno Padre celestial, Jesucristo, santo y bendito:
Ahora que hemos llegado al ocaso del Sol y nuestros ojos miran a la luz vespertina, te alabamos con himnos, oh Dios:
Padre Hijo y Espíritu Santo.
Digno eres de ser alabado en todos los tiempos con voces gozosas, oh Hijo de de Dios, Dador de vida; por tanto te glorifica el universo entero.


Lectura
No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor y a nosotros como siervos de ustedes, por amor de Jesús. Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. 2 de Corintios 4 : 5-6

Puede ofrecerse plegaria por nosotros mismos o por los demás.

El Padre Nuestro.

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